Presidente de México
desmiente espionaje
Enrique Peña Nieto es un
gobernante con poca credibilidad. Al responder a la acusación que hacen
periodistas mexicanos sobre espionaje oficial, dijo” todos nos creemos espiados”.
La acusación proviene de
periodistas responsables, creíbles y con amplio apoyo e historial ante la opinión pública.
Peña Nieto... a mí que me importa |
Decenas de periodistas han
sido perjudicados con Pegasus, el software que la firma israelí NSO Group construyó para espionaje
gubernamental. Y que México tiene en uso.
Son decenas los periodistas espiados y más de
25 los que han muerto en los últimos 25
años. En el caso de los periodistas asesinados, torturados o desaparecidos no
hay que presentar pruebas, el gobierno de Peña Nieto tiene la responsabilidad
de investigar y castigar a los autores
de estos crímenes y las autoridades mexicanas debían ofrecer una explicación
contundente y convincente.
Se sabe que México se ha
convertido en el narco-estado, y que aunque quizás el presidente Peña Nieto no
esté involucrado directamente el tráfico de dólares de la mafia del lavado y la
venta de estupefacientes salpica a cualquier mortal, y en otras ocasiones el
presidente mexicano y su distinguida esposa han estado envuelto en escándalos
de corrupción.
DT...y a mí me importa un pepino digan lo digan |
Ya
se conocen algunas de las interioridades del presidente republicano Donald
Trump, su estilo díscolo de gobernar. El desafecto a la prensa y una lengua viperina
que no respeta ni a mansos o cimarrones.
Sobre
todo, Trump es un fabulador, y ha
logrado convertir muchas mentiras y diatribas en penosas historias que
involucran a ciudadanos norteamericanos de credibilidad y conductas intachables que
dejan dudas sobre la opinión pública.
El
principal aliado y enemigo a la vez del presidente norteamericano es la gran
prensa anglosajona. El New York Times. Washington Post. New York Post. Los Angeles Times. Miami Herald. Boston Globe y varias cadenas televisivas
como NBC. CNN y ABC, publican reportes diariamente de las “barricadas” del
presidente republicano.
Desde
el inicio de su campaña se peleó abiertamente con la prensa, a la que acusó de
estar inclinada hacia la candidatura de Hilary Clinton. Le acusó también de estimular el fraude en su contra.
Pero
la realidad, es otra muy distinta. Lo
cierto es que fue Trump y su equipo de campaña el que conspiró con un gobierno
extranjero, con el de Rusia, y logró que expertos cibernéticos atacaran sin
piedad las bases de datos de los demócratas y desató una cacería contra Hilary
Clinton y su equipo de campaña.
Ahora
lo investigan desde el FBI para ver si trató de obstruir a la Justicia y cuenta
con la repulsa mayoritaria de los norteamericanos y el mundo. Se le reconoce
como un troglodita, proteccionista e irrespetuoso.@