El gobierno de Joe Biden es: “Un desafío para el futuro de los republicanos””…
Donald Trump en la cima de su administración se burlaba
de la posibilidad de que el ex vicepresidente Joe Biden alcanzara el despacho
oval de la Casa Blanca, sin embargo, como logró que saliera Trump con dos
juicios políticos en su contra.
Hubo un momento en que los sondeos de opinión mantenían
al ex presidente Trump con una ventaja de más de 10 puntos sobre la popularidad
de Biden, pero los desaciertos, en la
gobernabilidad de Trump lo colocaron en picada hacia abajo, y cambiaron los
pronósticos y las predicciones de Trump, sobre el futuro de la candidatura de Biden.
Al final de la campaña el ex presidente Trump, ya estaba en el ojo del huracán y había una
opinión diferente de la opinión pública y de los
analistas que seguían de cerca los movimientos de los dos candidatos.
Uno de los errores más costoso para el proyecto de
reelección de los republicanos fue, la enemistad gratuita que Trump se
diligenció con la prensa norteamericana y con los medios internacionales.
El magnate republicano, acostumbrado al manejo de los negocios de
compra y venta, creyó que con sus viejos hábitos podría derrotar a los medios
de comunicación más poderosos de los Estados Unidos, y censurar la prensa
internacional...
Por mencionar algunos de los periódicos y medios
televisivos con los cuales juró combatirla hasta el final, se encuentran: “El New York Times. Washington
Post. Los Ángeles Times y las cadenas de TV Fox News, NBC, CNN.
A éstos medios se fueron agregando otros
influyentes de los 50 estados de la nación y al final de la administración, sólo contaba con las plataformas digitales, que les cerraron el paso a sus agresivos y
abusivos mensajes en cada twist que enviaba.
Estados Unidos está dividida política y socialmente
hablando, lo existía antes de la era de
DT, porque la democracia estadounidense, la más vieja del mundo, permitió que la
extrema derecha se convirtiera en gusano roedor que penetró en la política de
los 50 estados de la Unión Americana.
En esa extrema derecha que apadrina ,
estimula y azuza Donald Trump se
afiliaron las gentes del Kalan, los supremacistas blancos y los extremistas de
todas las denominaciones, con un poder ilimitado, que al final de la administración de Trump, fueron estimulados por el propio presidente en
ejercicio y asaltaron el Capitolio, el lugar consagrado por Constitución
norteamericana, para preservar las Cámaras
Legislativas de Representantes y Senadores y se considera el templo de la democracia tradicional e
independentista estadounidense,
Trump estimulo, financió y apoyó sin reservas, a los seguidores extremistas de todas las
banderías del extremismo, pero no fue él quien creó ese movimiento, cuando
asumió la Presidencia, lo
encontró inactivo y lo activó para su
causa personal, pero sus errores y ambición desmedida lo condujeron al fracaso
estrepitoso.
Ningún otro candidato presidencial en la historia
republicana de Estados Unidos había sumado una cantidad de votos de 71 millones
y al mismo tiempo perder las elecciones,
el pionero de esa historia es Donald Trump.
Su historial es
triste, aunque fácil de recordar, si las demandas judiciales pendientes
prosperan contra Trump, va a pasar el
reto de su vida en prisión domiciliaria, tal vez, por su condición, de ex presidente, pienso en los desfalcos que
ha cometido contra el fisco
estadounidenses y que tiene pendiente
con un largo proceso judicial..
Hay que recordar la agresividad y poder del gánster Al
Capone, sus rivales no pudieron vencerle, pero lo atrapó el Departamento de
Rentas Internas (IRS) y lo llevó a la cárcel, donde terminó su reinado, a Donald Trump, podría ocurrirle lo mismo,
aunque crea de que su paraíso floridano nadie lo podría sacar y menos
enjuiciarles. Es decir, si el juicio político no termina con su carrera, el IRS
lo hará tarde o temprano.
(
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