La
OEA sigue palos a ciega en AL y El Caribe… ahora con su famosa CIDH tranzando
metas en RD
Organizaciones
internacionales como las Naciones Unidas
y la Organización de los Estados Americanos (OEA) aparecen
en el escenario mundial como si hubiesen perdido su poder e influencia.
En
la ONU, el primer Foro de discusión mundial y entendimiento, comenzando por el
secretario general Antonio Gutérrez, éste funcionario portugués, o es un
oligarca dentro de su país, o es un
hombre tímido que no se atreve a arriesgarse a hablarles claro a los miembros
del organismo que dirige.
Hacer
un llamado en la ONU para resolver un problema o una crisis en la región hemisférica
es perder el tiempo.
Eso le ocurrió en septiembre pasado al
presidente dominicano Luis Abinader, formuló un dramático para que las naciones
ricas vengan en ayuda y rescate de Haití, pero su clamor cayó en el vacío.
De la
sinvergüencería que ocurre en el seno de la OEA es mejor no tocar el tema. Los
irresponsables que está al frente del organismo continental, están cobrando y
viviendo una vida de ricos con el dinero de los miembros de ese club
washingtoniano.
La
OEA desde su fundación ha sido un órgano regional al servicio de los EE.UU, y
allí solo se hace que lo que plantea el Departamento de Estado o la Casa
Blanca.
¿Cuál
es el papel de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA? Sencillo entrometerse en lo que
debe incumbirle? Siempre ese ha sido su papel, pero como son tan eficientes en
el intervencionismo, sería bueno recordarle que pasó con las dictaduras de
Venezuela, con la de Cuba, con la de Nicaragua, con los abusos en El Salvador,
con las más de 94 mil desapariciones en México, con la explotación en el
tráfico de mujeres hacia otros continentes.
Finalmente,
creo que es posible, después del comunicado de la Cancillería dominicana y la intervención atrevida de la CIDH, que la
OEA puede resolver ese problema enviando hacia Haití, todo lo que necesita el
pueblo haitiano… O en su defecto que envíe una considerable suma dinero al
gobierno dominicano para sustentar la crisis hospitalaria. (PNS).