Burbujas Católicas
Por Luis Godofredo Pichardo/ Editor de Revista Ventana
Católica. Blogspot
Los herederos no aman a sus
progenitores…aman lo que éstos tienen
El
efecto destructor de las herencias patrimoniales.
Bien lo establece Jesucristo en su Evangelio, cuando dice que “no se puede
servir al dios dinero, y al Dios divino, al mismo tiempo. También afirma que el que
posee dinero en cantidad abundante pone su corazón sobre el cuidado de su
fortuna material y se olvida de la responsabilidad espiritual de un buen cristiano.
Desde muy joven
he observado con mucho cuidado y seguimiento el efecto devastador que produce
el dinero o los bienes materiales que los progenitores dejan a sus hijos,
familiares, parientes, o amigos. El primer factor negativo en la lucha por la
riqueza fácil lo produce la desconfianza
mutua entre los denominados herederos universales.
Los beneficiarios
de una herencia no se preocupan por las causas en las que falleció su pariente,
ni se interesan por darle cristiana sepultura al fallecido, sino porque se
contabilice la cantidad de los bienes que deja el fallecido y se pongan a buen resguardado.
Una mujer bondadosa y caritativa. Conocí
un caso dentro de mi propia familia,
hace ya varios años, la persona fallecida era un verdadero ángel del Cielo,
buena madre, buena esposa y protectora de la familia. Enfermó y murió, y al tiempo de preparar su velatorio, alguien colocó una almohada nueva bajo su
cabeza, y un yerno se la quitó, porque entendía, que era un desperdicio, según él, la almohada
podía servir para que se siguiera usando.
El
dinero y los bienes materiales de las herencias dañan la unidad familiar He
podido comprobar a través de mi experiencia periodística de medio siglo como comunicador social, la destructiva labor clandestina del “efecto
herencia-heredero” lo que lacera en el
seno de la familia, la repartición de los patrimonios de los progenitores que dejan como herencia a
los hijos, a las esposas y a los parientes, al poco tiempo, de la repartición, sólo queda enemistad, división y rechazo mutuo.
La muerte de un rico con muchos familiares,
pero con pocos dolientes...Recientemente me tocó vivir de cerca
una tragedia familiar. Un empresario octogenario perdió la vida a causa de
estrangulamiento en su domicilio, causado por la delincuencia imperante en la
sociedad dominicana.
La persona
fallecida había dedicado su vida entera al trabajo productivo, y como
consecuencia de su esfuerzo logró amasar una fortuna, era una persona atípica y
cautelosa, no permitía que sus hijos se les acercaran, porque creía que buscaban ayuda económica,
pero salvo ese proceder, los testimonios recogidos en su entorno amistoso y
familiar me permite evaluar el alto contenido humano que poseía,
muchas personas han testimoniado que era su ángel protector, y que eran muchas
las personas que se beneficiaban del producto de su trabajo.
El empresario en
cuestión, muere víctima de la delincuencia, pero extrañamente, ni la familia ni las autoridades se tomaron la molestia de profundizar en una
investigación a fondo, no han informado
de la detención de algún sospechoso del crimen, pero tampoco informan si el
proceso de investigativo sigue su curso,
o si ha sido detenido por recomendación de algún familiar.
Los herederos de
este relato son tres en total, comenzaron
el proceso de repartición, dejaron funcionando la empresa matriz, y trabajan en
la cuantificación de los bienes raíces del patrimonio, para luego
determinar qué curso se les darán.
Meticuloso
en el gasto funeral. No puede afirmarse que estos
tres sujetos sean los únicos que pusieron controles inmediatos para administrar
su nueva fortuna, pero por las actividades realizadas a favor del fallecido, se
puede colegir que trazaron un presupuesto muy estricto y controlado.
Incluso, uno de los herederos comentó que era una pérdida de dinero, los
honorarios que se le pagaron al cura párroco que realizó los servicios fúnebres que ofreció la Iglesia
católica.
No
es extraño, este tipo de conducta, entre herederos novicios que todavía t no conocen los controles
para administrar su nueva fortuna.@
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