Periodistas
dominicanos celebran su día con más penas que gloria
Ayer día 5 de abril se
celebró en República Dominicana el Día del Periodista, fecha que busca
reconocer la labor de los comunicadores sociales dentro de la sociedad
dominicana.
Esta celebración o
reconocimiento a los escribidores profesionales que forman opinión pública pasó
sin penas ni gloria. Muchos discursos insulsos y carentes de contenido,
exhortaciones de cumplimiento al deber sagrado del periodista, de informar la verdad y nada más, pero no se
tocó el tema principal que daña la imagen del periodismo dominicano y agravia
la profesión del comunicador, como lo es el servilismo al que está siendo
sometido el comunicador social dominicano, cuando el Estado o partido de
gobierno le contrata para ser su vocero y defensor de causas injustas o
prácticas de corrupción, las que arropan
toda la estructura del Estado dominicano.
Escuché el clamor de la
dirigencia del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Prensa (SNTP), los colegiados piden un mejor trato a los
periodistas en los centros de trabajo (Redacciones de diarios, televisión y
radio), así como una mejoría sustancial de los salarios pírricos, que actualmente pagan los magnates empresariales
dueños de los medios de comunicación.
Los periodistas
sindicalizados marcharon para pedir protección a sus afiliados, ya que los
abusos y agresiones físicas contra reporteros y camarógrafos son reiterativos
en las fuentes que se cubren en el día a día.
Escuche al secretario
general del CDP en Santiago proclamar la necesidad de unir esfuerzos para
cristalizar los planes de la institución y en esa posición de Juan Carlos
Bisonó, coincido con él. Si no hay aportes económicos de parte de la membrecía
no se pueden desarrollar las iniciativas, y los periodistas estamos acostumbrados
a que se nos regale todo y hasta nos negamos a pagar la cuota mensual de 100
dominicanos por cada mes del año como miembro del CDP. Bisonó pidió solidaridad
y esfuerzo de los colegiados para salir hacia delante.
El periodista Carlos Manuel
Estrella, se preguntaba si había motivo
para celebrar en el Día del Periodista, y en su reflexión nos puso a pensar
detenidamente.
Pero lo que más me llamó la
atención en la festividad del CDP en el Club Recreativo de los Periodistas de
Santiago fue: El homenaje que se rindió al periodista petromacorisano Ramón de
Luna, un comunicador social que cuenta con una trayectoria intachable y con una
hoja de servicio excelente. Recuerdo el impacto social y político y la preponderancia que alcanzó su noticiario
radiofónico La Situación Mundial.
Para la época yo residía en
Estados Unidos, pero siempre le daba seguimiento, su espacio radiofónico de noticias y denuncias
públicas, el cual llenó todo su
cometido, aunque De Luna tuvo que arriesgar su vida en más de una ocasión, al
recibir el pergamino de reconocimiento se emocionó hasta derramar las lágrimas y
pidió excusas por su trance momentáneo y reveló que tenía que abandonar el
lugar, porque tenía que cumplir con el deber de atender a su esposa Minucha,
que se encuentra en un estado de salud muy delicado.
Otra presentación que me
satisfizo fue presenciar el diálogo tripartito entre tres mujeres titanes del
periodismo dominicano, como lo son: Margarita Cordero (la entrevistada),
Altagracia Salazar, y Edith Febles, presentadoras
de CDN, quienes analizaron la situación del periodismo dominicano, el pasado
jueves, un día después. De los discursos parlanchines del miércoles 5
de abril.
La conclusión de las colegas
Salazar, Cordero y Febles, fue la denuncia
del trauma frustratorio por el que atraviesa el periodismo dominicano: Un
periodismo empresarial abusivo que paga míseros salarios y censura la
información, unos periodistas adocenados y serviles que reciben salarios y dádivas
de grandes proporciones de mano de los
propietarios de los medios de comunicación , éstos son los que ocupan
posiciones ejecutivas y unos reporteros y periodistas de redacción que sobreviven
con un salario promedio de 15 mil pesos mensuales, cuando laboran en grandes
empresas, porque hay otros que se tienen que resignar a vivir con menos de esa cantidad.
Hablando del profesionalismo
del periodismo y de la capacidad de los nuevos periodistas, Margarita Cordero
expresó: Las Escuelas de Periodismo debían cerrarlas todas, porque no están
enseñando nada a sus estudiantes. Los egresados no saben nada de nada.
Aprovecho para hacer una
reflexión final. La desesperación de algunos periodistas que esperan una pensión de la
Presidencia de la República, a veces extrema su pensamiento y dañan relaciones
con sus amigos y colegas, y pierden la oportunidad de ser seleccionado.
En ese tenor todavía hay
decenas de colegas en todo el país que esperan el decreto presidencial para ver
si en el mismo aparece su nombre, y lo último que se pierde es la esperanza.
Me comentó el colega Miguel Ángel,
que él había sometido su expediente con tiempo, pero que dudaba que apareciera
su nombre en caso de que hubiera un nuevo decreto, porque según él, los colegas
locales recomiendan sólo a parientes, amigos y benefactores. También planteó la
conveniencia que la selección se haga por sorteo, porque de esa manera no
quedaba duda en el ambiente y se elimina la discriminación despejando dudas y
malas querencias.
Todavía deben estar muchas
velas encendidas y oraciones intercesoras a san Danilo del Sur. De nuestra
parte deseamos que sean pensionados los
más necesitados y los que llenan los requisitos de lugar.@
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