20 años de corrupción y
crecimiento económico en RD
Una formula híbrida que
posiblemente no buscaban los líderes políticos, pero que apareció en el
escenario administrativo-gubernamental, especialmente dentro liderazgo del Partido de la Liberación Dominicana
( PLD), que por dos décadas consecutivo detentaron el poder en la República
Dominicana.
En la historia de la Isla La
Española, descubierta por los
colonizadores europeos en 1492, nunca se había registrado un nivel de
corrupción administrativa tan colosal, como el que ocurrió entre 1996 y 2020,
salvo un período de cuatro años, que
estuvo bajo la gobernabilidad del Partido Revolucionario Dominicano ( PRD).
Lo que desataron los
gobernantes y funcionarios peledeístas
en 20 años de administración pública fue
una vorágine sin límite de tiempo y espacio,
para enajenarse los principales bienes del Estado dominican
.El latrocinio público fue la
antorcha que nunca trataron de apagar los gobernantes y funcionarios del
peledeísmo disfrazado de un bochismo auténtico en el que, Juan Bosch, debe
sentirse molesto desde la eternidad,
donde lo acogió Dios, por su honestidad personal y por su dedicación al bienestar del pueblo dominicano.
En un derroche de sustracción de bienes del contribuyente dominicano, como el que ocurrió en las últimas dos décadas de manos de los peledeístas en el gobierno, no se puede establecer sumatoria real, porque en esos cinco períodos ocurrió de todo y quiénes entraron pobres, de bienes materiales salieron ricos poderosos, con fortunas imaginables y con posiciones sociales prefabricadas, con las que pretendieron ascender al principal escalafón de la sociedad dominicana.
Pero el que roba y se adueña
de lo que no es suyo, sólo tiene un nombre…ladrón de profesión y simulador de
honradez ajena.
Hay decenas de funcionarios en
prisión preventiva a la espera de juicio de fondo, lo que determinaría su
inocencia o culpabilidad. Es posible que todos los encartados, no sean culpables, o hayan participado del festín del latrocinio
público, pero hay pruebas suficientes para condenar a muchos nombres sonoros
que desfalcaron al Estado dominicano y se burlaron de los contribuyentes.
Como colofón: Hay que
reconocer que la corrupción es uno de los peores y principales males que se
presenta en cada ciclo administrativo de los bienes del Estado y que todavía, no se encuentra una fórmula perfecta para su
erradicación.
La corrupción existe desde que
el hombre y el mundo comenzaron el mercadeo de bienes y servicios, pero lo que
se critica y condena, es la falta de una política que erradique y corrija ese
mal enrraigado, que perjudica a tantas
personas en el mundo.
Es difícil pensar, que no haya un solo gobierno o administración que no se haya librado de la corrupción, en mayor o menor escala, pero de igual manera, es difícil encontrar a alguien que diga lo contrario, lo ideal sería tener administraciones públicas probas, pero lograr ese objetivo, parece tan lejano, como agarrar las nueves con las manos.
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