Burbujas Católicas
Por Luis Godofredo Pichardo
Papa Francisco logra éxito
rotundo en su viaje misionero a México
Se puede afirmar sin ambages que la gestión
pontificia de Jorge Mario Bergoglio ha sido exitosa y repleta de frutos
espirituales para la humanidad, desde el primer día de su Pontificado en el
Vaticano hasta su último viaje a Cuba y México en su papel de misionero de
Jesucristo.
No me cabe dudas que el argentino Bergoglio
es un genuino representante de Dios y que su tarea misionera como él le llama
es una bendición de Dios para el mundo explosivo del presente, en su viaje apostólico denunció la explotación
del trabajador .de parte de las empresas que pagan poco, extienden el horario de trabajo y esclavizan al
trabajador. Las maquiladoras (operarias) son las que más sufren con bajo
salario y acoso laboral.
Francisco es un ser humano extraordinario que
habla como piensa y actúa con la responsabilidad de un liderazgo natural, como el que utilizan los estadistas que han
pasado a la historia como modelo de gobernabilidad democrática, liberal, plural
y solidaria, pidió diálogo y encuentro permanente entre trabajadores y
empleadores y advirtió que es mejor perder algo en una negociación y lograr el
desarrollo y el entendimiento. Con esa actitud ganamos todos,
El Papa no es un evangelizador común y
corriente, tampoco es “un príncipe” del clero universal con el que no haya
contacto y entendimiento. Lo que diferencia a Jorge Mario Bergoglio de los
otros obispos romanos es su sencillez, su apego a los humildes y la defensa a
los pobres y desvalidos, en su agenda de la última semana enfocó el peligro de
una sociedad donde prevalezca y tenga existencia y dominio el estupefaciente.
Las drogas son el peor cáncer de la sociedad.
Desde el inicio de su elección se adelantó, que la Iglesia Católica iba a reformarse y a
enderezar muchos entuertos que se mantenían sigilosos detrás de sus cuatro
paredes. Pero el papa Francisco ha ido más lejos y ha enfatizado en la actual
doctrina social de la Iglesia, y denuncia la marginación de los jóvenes, que son el capital de trabajo de la sociedad
del presente y las verdaderas riquezas de los pueblos.
Soy
católico militante, y me duele tener que escribir acerca de inconductas
milenarias que nacieron y crecieron dentro del seno de la Iglesia sin que sus
pastores principales quisieran erradicarlas, y ello así, porque muchos de los “
príncipes” a los que se refirió el Santo Padre en la Catedral metropolitana de
México en su viaje misionero y pastoral, eran, fueron y siguen siendo los
actores y protagonistas principales de
escándalos financieros, latrocinios al tesoro de la Iglesia, y sobre todo los
abusadores de menores en los resonados
casos de pederastia, en los que no sólo los sacerdotes de a pies fueron o son los únicos responsables, hay jerarcas y
príncipes que se esconden detrás de su investidura y de sus altos cargos
administrativos para proteger y protegerse.
Aunque no se ha dado la reforma profunda que
se espera se dé en la Iglesia Caótica vamos por buen camino, muchas cosas están cambiando y aunque hay un
movimiento constantes de sacerdotes y religiosas que buscan renunciar a sus
hábitos por las limitaciones y precariedades económicas y por la falta de libertad individual, hay que decir también,
que jóvenes de ambos sexo ingresan a los conventos y seminarios como nuevos
prospectos del Clero.
Es verdad que hay muchos
sacerdotes y monjas que sufren la falta de alimentos, transporte, y de dinero
para costear sus necesidades básicas, pero lo que más falta hace dentro del círculo
clerical de la Iglesia es libertad individual y una forma asequible a la sociedad, que le permita vivir en comunidad y dentro de
un mundo real y no dentro de un enclaustramiento permanente e innecesario.
Una de las nobles del papa Francisco es el acercamiento a otras
denominaciones religiosas, y al pueblo de Dios que es la humanidad. Francisco
abraza, besa, sonríe y consuela al afligido, esa fue la catequesis de Jesús.
En su labor misionera y reconciliadora ya se ha
reunido con los Patriarcas de la Iglesia del Medio Oriente y ahora lo hizo con
el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa en La Habana, Cuba, que reúne a millones de
seguidores en los vastos territorios rusos en los países bálticos.
Le
resta al Francisco ahora reunirse con
los líderes religiosos asiáticos- orientales, como son los de China, Japón, la
India y otros importantes entornos convergentes para que se vaya consolidando
la unidad cristiana universal.
Si importante fue el primer encuentro con los
Patriarcas del Medio Oriente, mucho más significativo lo es el encuentro con el
Kiril ruso de la Iglesia Cristiana ortodoxa.
El encuentro entre Francisco y el Kiril ortodoxo marca un hito en la
historia moderna, desde hace un más de un milenio habían las dos corrientes espirituales
similares, la católica y la ortodoxa pero inexplicamente se han mantenido separada,
y en ocasiones enemistadas.
La cesta de discursos que preparó su Santidad
para pronunciarlos en púlpitos mexicanos tienen un contenido social profundo,
una denuncia amplia hacia la complicidad y un reto que se lanza a las
autoridades del pueblo azteca y a los propios ciudadanos de a pies, no basta
con observar y callar, hay que denunciar y enfrentar la intolerancia.
Textualmente –dijo Bergoglio- en uno de sus discursos “no lloren a sus
jóvenes muertos por el crimen, el tráfico y consumo de las drogas, enfrenten
con valentía ese flagelo y liberen a su pueblo de tantas vergüenzas, y calamidad”
Esa denuncia,
el Papa la hizo en el mismo corazón del sistema político mexicano, en el solio
del Palacio Nacional, delante del primer mandatario Enrique Peña Nieto, de la
primera dama y de todo el gabinete, Lo dijo claro, si no se ponen los
correctivos ahora, en el porvenir será muy difícil aplicar una política que combata
y elimine la corrupción., drogadicción,
y el -sicariato y sobre todo la compra,
venta y consumo de estupefacientes a lo
largo y ancho del territorio azteca, que
es de dos millones de kilómetros cuadrados le agrego yo en este artículo.
En esta Columna felicitamos y reconocemos la
valentía, la decisión, la sencillez y la confianza del papa Francisco para
decir las cosas claras, sin tapujos sin llegar a la ofensa personal ni herir
los sentimientos patrios de los mexicanos.@
