sábado, 20 de febrero de 2016

Papa culmina gira de seis días a Méxixo con gran entusiasmo




Burbujas Católicas
Por Luis Godofredo Pichardo/Editor de la revista digital Ventana Católica Blogspot
Azteca Noticias
Cansado, pero sonriente salió del aeropuerto Juárez el papa Francisco
Papa culmina visita en México  lleno de satisfacción
  La despedida del papa Francisco en el aeropuerto de Ciudad Juárez fue un verdadero acontecimiento social. El presidente mexicano  Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, así como el gabinete en pleno asistió al aeropuerto fronterizo de Juárez,  para despedir al pontífice.
  Un presidente sonriente, atento y conversativo, fue el  anfitrión de Jorge Mario Bergoglio hasta el último minuto de su partida, de igual manera,  la actriz y primera dama Angélica Rivera hizo gran  esfuerzo por cumplir con el protocolo de Estado y puede asegurarse, que salvo su vestimenta, que en algún momento no pareció adecuada, su modesto acercamiento al Papa agradó a su Santidad.
  Bergoglio,  saludó en su despedida a cada uno de los ministros mexicanos y diplomáticos que estuvieron presentes en su despedida. El cuerpo episcopal mexicano encabezado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, fue el anfitrión número uno de la visita pastoral del Papa, el séquito clerical no dejó solo en ningún momento al Obispo romano y en la residencia cardenalicia de la capital mexicana (Nunciatura) pernoctó el pontífice durante las 70 horas que aproximadamente compartió con el pueblo azteca.
El papa Francisco fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional. // Foto: AP.
Si logras leer el discurso completo entenderás sobre lo que escribimos. Francisco, Peña Nieto y los Obispos en el PN de México
El discurso de Francisco que estremeció la presidencia mexicana
  Hay motivos suficientes para creer que el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, no estaba preparado para escuchar en el paraninfo del Palacio presidencial azteca las palabras contundentes que el sumo pontífice pronunció en su histórico discurso. Se refirió  en forma contundente al flagelo de las drogas,  en el tráfico, consumo y venta.
  Habló de   los agentes que intervienen en el tráfico de influencia y en la forma permisiva de aceptar el flagelo criminal,  como una imposición de una sociedad criminal diferente a la que conoce la población mexicana y el propio gobierno de México, que permean la riqueza ilícita, la criminalidad y la corrupción. En lo inmediato,  el Gobierno no respondió al Santo Padre, porque hasta el presidente Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, están cuestionados por la sociedad y señalado por la justicia por tráfico de influencia y enriquecimiento ilícito.
Amonestación a los Obispos en la Catedral mexicana
  Cuando se habla de corrupción, tráfico de influencia criminalidad,  hamponismo, e impunidad  a México hay que hacerle un monumento aparte,  en su discurso el Papa no quiso agredir a las autoridades, lo que hizo fue lanzar una voz de alerta, porque la delincuencia, la criminalidad y el tráfico de estupefacientes se están engullendo la democracia mexicana y hundiendo a la nación en el lodo.
Los Obispos mexicanos fueron amonestados por el Papa
  Aunque no utilizó palabras hirientes si aplicó una terapia que llegó al corazón de los purpurados aztecas. Le sugirió,  que junto a la sociedad mexicana no esperen que los jóvenes sean asesinados por el crimen organizado y por el tráfico de drogas,  para llorar su partida, que trabajen duro junto a los laicos y especialmente a la juventud (más de veinte millones) para evitar que éstos sigan cayendo en las redes mafiosas y criminales que interactúan en todo el territorio mexicano y  que está diezmando rápidamente a la juventud de esa nación.
  Otra advertencia a los prelados fue la de atraer a los laicos a la Iglesia y  abrir las puertas de los templos,  abandonar los púlpitos para salir a la calle a evangelizar, a practicar el bien social y ayudar a los desvalidos. Esa es la verdadera doctrina que la Iglesia Católica desea poner en práctica en el mundo, dijo Francisco a sus interlocutores,  en la Catedral metropolitana de México.
! No sea egoísta le dijo el Papa al joven que tuvo a punto de hacerlo caer
¡Hijo no sea egoísta, pareció decir Francisco al joven que tuvo hacerlo caer al precipicio!...
  Y tenía toda la razón su Santidad. En un tumulto como el que se vio envuelto el Papa, saludando a jóvenes de todas las latitudes mexicanas, al parecer, uno se motivó demasiado, creyó que las manos del pontífice no los iban a tocar y se abalanzó sobre él, el incidente no intencional, tuvo a punto de provocar una caída peligrosa al santo Padre,  que ya cumple 79 años de edad. Incómodo el Papa- le dijo- “No seas egoísta”. No se percibió,  cual fue la respuesta del joven, pero es de suponer que se excusó y pidió perdón, otras personas sacaron al Papa de contexto, pero sin mayores consecuencias.
El abrazo del papa Francisco con un reo en Filadelfia
El Papa abraza a uno de los prisioneros en la cárcel de Ciudad Juárez, los reos le obsequiaron un báculo de madera que ellos construyeron para el sumo pontífice
Encuentro con prisioneros, niños, comerciantes y obreros
  Francisco diseñó un itinerario perfecto antes de llegar a tierra mexicana, eligió los lugares y las actividades a las que quería asistir. De esa manera, fue recibido por la pareja presidencial, luego se dirige a la Nunciatura, donde pernoctó en su estadía, más tarde se reúne con los Obispos, luego visita a la Virgen Guadalupana, visita un monasterio, y en los últimos tres días de su visita pastoral y misionera concentra su atención en los lugares más apartados y peligrosos del territorio mexicano.
  San Cristóbal de la Casa. Chihuahua, Morelia, y la zona fronteriza México-americana. En Juárez, celebró una homilía binacional, con la presencia de 90 mil jóvenes, 40 mil en la feria de Juárez y 50 mil en un campus universitario de El Paso, Texas, ciudad norteamericana que comparte un punto vital fronterizo que unifica a las dos naciones. En cada encuentro encontró amor y calor humano y repartió  besos, abrazos y bendiciones a granel, a mansos y cimarrones.
  Un grupo de presidarios que visitó le fabricaron un báculo que utilizó en la visita al santuario inmigrante de Juárez.@