miércoles, 11 de noviembre de 2020

La Columna de Luis G. Pichardo/ Editor de PNS Noticias.Com

 


¿Qué pasaría si la Corte Suprema de EE.UU acepta el alegato de fraude Donald Trump?

El siglo XXI en su primer tercio de existencia,  ha sido  funesto y una retranca para la tradicional democracia norteamericana. En las elecciones del año 2000, Al Gore, y la mayoría de los electores, junto a su equipo de campaña, creyeron hasta el último momento,  que Gore era el claro ganador, pero por una diferencia de 537 papelas electorales en el estado de FL, la Corte Suprema, certificó la victoria de George W. Busch.

Dieciséis años después, la situación fue distinta y más agravante. La ex senadora Hilary Clinton, ganó el voto popular en el (2016) con 2.8 millones de votos por encima de Donald Trump, pero perdió en los estados claves la mayoría de votos del antiquísimo Colegio Electoral, de los Estados Unidos.




Este organismo electoral reconoce al candidato que sume más votos por cada estado de la Unión Americana, que acumulada 535 votos electorales. El candidato que llegue a la mitad, más 1- es decir, a 270 de  esa cantidad,  gana sin  cuestionamientos.






Pero como todas las democracias tienen sus debilidades y defectos, ahora, en la contienda del 3 de noviembre, ganó Joe Biden, candidato demócrata, con más de cuatro millones de votos populares, y suma 290 votos electorales, pero el presidente Donald  Trump, el rey sin corona de los Estados Unidos  de América, alega que hubo fraude, pero no ha podido presentar una sola prueba que sustente su inconformidad con la derrota.

Donald Trump, es un adversario peligroso, tramposo en los negocios,  capitalista-inversionista y embaucador de alto quilates y por demás,  se cree  el rey del plantea, dónde sus lacayos deben obedecerles y sus socios enzarzarles como el emperador Nerón.

Los trumpistas que son muchos, más de 70 millones de electores,  están aferrados a un triunfo inexistente y confían en que la Corte Suprema le dará la victoria, aunque desaparezca la democracia y la sociedad estadounidense se divida en grupos sociales irreconciliables.

Tremp al parecer, cuenta con el favoritismo de una Corte Suprema, conservadora y comprometida,  quizás, la última jueza juramentada recientemente es una ficha del trumpismo.

Pienso que si los magistrados de la Corte Suprema se dejan encantar como hacen los orientales con las serpientes, crearían un problema de profundas consecuencias y terminarían de dividir a Estados Unidos en Norte-Sur-Este-Oeste. Esperemos con paciencia,  como lo hace Joe Biden al 20 de enero,  y ya veremos de qué lado está la victoria, aunque ésta es demócrata en forma irreversible. (pnsnoticias@gmail.com).

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