Despedir al ‘demente’ de Comey me quitó presión, le dijo Donald Trump a los rusos
WASHINGTON
– El presidente estadounidense Donald Trump le dijo a funcionarios
rusos en la Casa Blanca que le quitó “mucha presión” de encima el haber
despedido a James Comey como director del FBI, de acuerdo con un
documento que resume la reunión.
“Acabo
de despedir al director del FBI. Está loco, es un verdadero demente”,
dijo Trump, según el documento, que un oficial estadounidense le leyó a
The New York Times. “Enfrentaba mucha presión por lo de Rusia y ya no”.
Trump añadió: “Yo no estoy bajo investigación”.
Esa
conversación se habría dado durante una reunión el 10 de mayo, un día
después de que Trump despidió a Comey, y refuerza la percepción de que
el presidente tomó esa decisión debido a la investigación del FBI sobre
la posible colusión entre integrantes de su campaña y funcionarios
rusos. El mismo Trump sugirió que ese era el caso en una entrevista televisiva, pero la Casa Blanca ha dado justificaciones diversas por la destitución.
El
documento sobre la reunión de la Casa Blanca que contiene esos
comentarios de Trump fue redactado a partir de las notas que se tomaron
en el Despacho Oval y que fueron circuladas como el recuento oficial del
encuentro. Un funcionario le leyó las citas a The New York Times y otro
confirmó que ese documento incluía detalles de lo discutido.
Sean Spicer, el secretario de Prensa, no desmintió las declaraciones.
En
un comunicado, Spicer indicó que Comey había ejercido una presión
innecesaria contra la capacidad del presidente de llevar las relaciones
con Rusia en temas como Siria, Ucrania y el Estado Islámico.
“Al
politizar y fanfarronear sobre la investigación acerca de las acciones
de Rusia, James Comey ejerció una presión innecesaria en nuestra
capacidad de entablar un diálogo y negociar con Rusia”, dijo Spicer. “La
investigación iba a seguir y, obviamente, el despido de Comey no le
habría puesto fin. De nueva cuenta, la verdadera historia es que nuestra
seguridad nacional ha sido socavada por la filtración de conversaciones
privadas y altamente clasificadas”.
El
día después de haber despedido a Comey, Trump recibió al canciller ruso
Sergei Lavrov y al embajador ruso ante Estados Unidos Sergei Kislyak.
La reunión fue foco de controversia esta semana al revelarse que Trump
había compartido información clasificada con los rusos obtenida a partir
de una operación antiterrorismo israelí.
Un
tercer funcionario de la Casa Blanca que estaba al tanto de la reunión
defendió al presidente y dijo que Trump había usado una táctica de
negociación cuando le dijo a Lavrov que estaba bajo “presión”. El
oficial sugirió que la idea era hacer que los rusos se sintieran
obligados a hacer concesiones en temas como Siria, Ucrania y más al
indicar que la interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales
estadounidenses habían generado problemas políticos para Trump.
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